El arte de la comunicación escrita hoy en día tiene como medio principal a la palabra impresa. La tipografía es la técnica principal de este medio, la cual requiere cierta habilidad, elegancia y eficacia con la escritura.
La tipografía es el reflejo de una época. Por ello la evolución del diseño de las mismas responde a proyecciones tecnológicas y artísticas. El signo tipográfico se ha considerado como uno de los miembros más activos de los cambios culturales del hombre. Si cada signo nos expresa una idea, concepto o cosa , estos combinados y formulados en un texto entonces representan una comunicación más compleja convirtiéndose así en sistemas de escritura. Estos sistemas de escritura son los pictogramáticos, jeroglíficos e ideogramáticos. El campo tipográfico, abarca la realización de libros, periódicos, anuncios publicitarios, revistas, etc... y cualquier otro documento impreso que se comunique con otros mediante palabras.
El inicio de la tipografía moderna se dio en el siglo XVII (1784) CON Firmín Didot. Su tipografía poseía caracteres formales tales como una profunda modulación y contraste entre los trazos y unos remates nítidos que en otra época no hubiesen podido tallar. Este estilo fue mejorado con la creación del italiano Bodoni y fue empleado como texto corrido hasta principios del siglo XIX.
La dificultad técnica de imprimir un tipo de palos excesivamente gruesos y finos fue brillantemente superada por Bodoni, cuyo depurado oficio, también como impresor, se manifiesta observando cualquiera de las obras que imprimió (desde su Manuale Tipografico, muestrario de 178 tipos latinos, cursivos y griegos, hasta la famosa Ilíaca, que dedicó a Napoleón I). En si estas dos familias de tipógrafos insignes, los Didot y los Fournier, participan asimismo de la evolución de la tipografía en calidad de protagonistas.
Siendo el francés Pierre Simon Fournier el primero en unificar las distintas medidas en 1742. Para ello, escogió el tipo más pequeño, el nomparell, y lo dividió en seis partes, a las que llamó «puntos». Al doble del nomparell (12 puntos) la denominó «cícero». El punto Fournier tenía 0,35 mm y la altura del tipo 22,05 mm. Fournier edita en 1764 uno de los más importantes catálogos tipográficos de toda la historia: los dos volúmenes del manual técnico y catálogo de tipos, que contiene, en su parte final, un sistema de medidas a base de puntos tipográficos.
Ya en 1760, François Ambroise Didot, miembro de una célebre dinastía francesa de impresores, perfeccionó el sistema de medida. No se basó en ningún tipo existente, como había hecho Fournier, sino en el nonio, o «pie del rey». El punto tipográfico de Didot equivale exactamente a dos puntos de nonio. Este sistema, llamado Didot, fue adoptado por la mayor parte del mundo, salvo Inglaterra, Estados Unidos y algunos países hispanoamericanos, que emplean la pica (y el punto de pica) como unidad de medida.
Otro de los Didot, esta vez Firmin, diseñó en 1784 un tipo de la serie iniciada por Bodoni en el cual la relación entre el palo grueso y el fino de la letra se acentúa todavía más y la entrega de los palos verticales a la cabeza y al pie del tipo se efectúa en estricto ángulo recto, sin concesión alguna a la curva. Con el Bodoni y el Didot se inaugura una nueva tipología de la que, en el siglo XIX, partirá otra subfamilia -la Egipcia}
Por otra parte, los Estados Unidos, un país que se aleja para siempre de la directa tutela de Europa, inicia también, justo después de su independencia, en 1776, la integración al concierto tipográfico. Uno de sus pioneros más ilustres fue Benjamin Franklin, tipógrafo, ilustrador y promotor de causas editoriales y periodísticas Concretamente en el campo de la comunicación impresa Franklin fue, para los norteamericanos, un verdadero gigante. Impresor de profesión, editó el diario "The Pennsylvania Gazette",
Con estos innovadores de las imprentas e ilustradores tipográficos, el diseño grafico tiene el elemento de estilo fonts para una comunicación más directa con su público, y de comunicar mejor la intención y onda del mensaje.
La tipografía es el reflejo de una época. Por ello la evolución del diseño de las mismas responde a proyecciones tecnológicas y artísticas. El signo tipográfico se ha considerado como uno de los miembros más activos de los cambios culturales del hombre. Si cada signo nos expresa una idea, concepto o cosa , estos combinados y formulados en un texto entonces representan una comunicación más compleja convirtiéndose así en sistemas de escritura. Estos sistemas de escritura son los pictogramáticos, jeroglíficos e ideogramáticos. El campo tipográfico, abarca la realización de libros, periódicos, anuncios publicitarios, revistas, etc... y cualquier otro documento impreso que se comunique con otros mediante palabras.
El inicio de la tipografía moderna se dio en el siglo XVII (1784) CON Firmín Didot. Su tipografía poseía caracteres formales tales como una profunda modulación y contraste entre los trazos y unos remates nítidos que en otra época no hubiesen podido tallar. Este estilo fue mejorado con la creación del italiano Bodoni y fue empleado como texto corrido hasta principios del siglo XIX.
La dificultad técnica de imprimir un tipo de palos excesivamente gruesos y finos fue brillantemente superada por Bodoni, cuyo depurado oficio, también como impresor, se manifiesta observando cualquiera de las obras que imprimió (desde su Manuale Tipografico, muestrario de 178 tipos latinos, cursivos y griegos, hasta la famosa Ilíaca, que dedicó a Napoleón I). En si estas dos familias de tipógrafos insignes, los Didot y los Fournier, participan asimismo de la evolución de la tipografía en calidad de protagonistas.
Siendo el francés Pierre Simon Fournier el primero en unificar las distintas medidas en 1742. Para ello, escogió el tipo más pequeño, el nomparell, y lo dividió en seis partes, a las que llamó «puntos». Al doble del nomparell (12 puntos) la denominó «cícero». El punto Fournier tenía 0,35 mm y la altura del tipo 22,05 mm. Fournier edita en 1764 uno de los más importantes catálogos tipográficos de toda la historia: los dos volúmenes del manual técnico y catálogo de tipos, que contiene, en su parte final, un sistema de medidas a base de puntos tipográficos.
Ya en 1760, François Ambroise Didot, miembro de una célebre dinastía francesa de impresores, perfeccionó el sistema de medida. No se basó en ningún tipo existente, como había hecho Fournier, sino en el nonio, o «pie del rey». El punto tipográfico de Didot equivale exactamente a dos puntos de nonio. Este sistema, llamado Didot, fue adoptado por la mayor parte del mundo, salvo Inglaterra, Estados Unidos y algunos países hispanoamericanos, que emplean la pica (y el punto de pica) como unidad de medida.
Otro de los Didot, esta vez Firmin, diseñó en 1784 un tipo de la serie iniciada por Bodoni en el cual la relación entre el palo grueso y el fino de la letra se acentúa todavía más y la entrega de los palos verticales a la cabeza y al pie del tipo se efectúa en estricto ángulo recto, sin concesión alguna a la curva. Con el Bodoni y el Didot se inaugura una nueva tipología de la que, en el siglo XIX, partirá otra subfamilia -la Egipcia}
Por otra parte, los Estados Unidos, un país que se aleja para siempre de la directa tutela de Europa, inicia también, justo después de su independencia, en 1776, la integración al concierto tipográfico. Uno de sus pioneros más ilustres fue Benjamin Franklin, tipógrafo, ilustrador y promotor de causas editoriales y periodísticas Concretamente en el campo de la comunicación impresa Franklin fue, para los norteamericanos, un verdadero gigante. Impresor de profesión, editó el diario "The Pennsylvania Gazette",
Con estos innovadores de las imprentas e ilustradores tipográficos, el diseño grafico tiene el elemento de estilo fonts para una comunicación más directa con su público, y de comunicar mejor la intención y onda del mensaje.
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