viernes, 26 de noviembre de 2010

LA ESCUELA BAUHAUS

Impone el diseño

- La Bauhaus es la primera escuela impulsadora del diseño como materia y profesión, esta generó cambios de caracter publicitario y comercial.
- Todo esto se dio a raíz de Gutenberg, quien  inventó la historia de toda la tipografía, así mismo el panel de Bauhaus como referencia convencional general.
- La renovación del diseño en Europa se da en el diseño tipográfico y evolución y aplicación de la foto.
- Esta escuela impulso como materia y como profesión, es decir, generó que el concepto de diseño gráfico sea más estable y conocido por más personas al rededor del mundo.Dando la formalización de la carrera.
El nombre Bauhaus deriva de la unión de las palabras en alemán Bau, "de la construcción", y Haus, "casa"; irónicamente, a pesar de su nombre y del hecho de que su fundador fue un arquitecto, la Bauhaus no tuvo un departamento de arquitectura en los primeros años de su existencia.
 Sin duda la escuela estableció los fundamentos académicos sobre los cuales se basaría en gran medida una de las tendencias más predominantes de la nueva Arquitectura moderna, incorporando una nueva estética que abarcaría todos los ámbitos de la vida cotidiana: DE LOS INMOBILIARIOS (sillas) A LOS IMPRESOS (páginas de lectura).
gráfico corno categoria disciplinar

LA TIPOGRAFÍA MODERNA

El arte de la comunicación escrita hoy en día tiene como medio principal a la palabra impresa. La tipografía es la técnica principal de este medio, la cual requiere cierta habilidad, elegancia y eficacia con la escritura.
La tipografía es el reflejo de una época. Por ello la evolución del diseño de las mismas responde a proyecciones tecnológicas y artísticas. El signo tipográfico se ha considerado como uno de los miembros más activos de los cambios culturales del hombre. Si cada signo nos expresa una idea, concepto o cosa , estos combinados y formulados en un texto entonces representan una comunicación más compleja convirtiéndose así en sistemas de escritura. Estos sistemas de escritura son los pictogramáticos, jeroglíficos e ideogramáticos. El campo tipográfico, abarca la realización de libros, periódicos, anuncios publicitarios, revistas, etc... y cualquier otro documento impreso que se comunique con otros mediante palabras.
El inicio de la tipografía moderna se dio en el siglo XVII  (1784) CON Firmín Didot. Su tipografía poseía caracteres formales tales como una profunda modulación y contraste entre los trazos y unos remates nítidos que en otra época no hubiesen podido tallar. Este estilo fue mejorado con la creación del italiano Bodoni y fue empleado como texto corrido hasta principios del siglo XIX.
La dificultad técnica de imprimir un tipo de palos excesivamente gruesos y finos fue brillantemente superada por Bodoni, cuyo depurado oficio, también como impresor, se manifiesta observando cualquiera de las obras que imprimió (desde su Manuale Tipografico, muestrario de 178 tipos latinos, cursivos y griegos, hasta la famosa Ilíaca, que dedicó a Napoleón I). En si estas dos familias de tipógrafos insignes, los Didot y los Fournier, participan asimismo de la evolución de la tipografía en calidad de protagonistas. 
Siendo el francés  Pierre Simon Fournier  el primero en unificar las distintas medidas en 1742. Para ello, escogió el tipo más pequeño, el nomparell, y lo dividió en seis partes, a las que llamó «puntos». Al doble del nomparell (12 puntos) la denominó «cícero». El punto Fournier tenía 0,35 mm y la altura del tipo 22,05 mm. Fournier edita en 1764 uno de los más importantes catálogos tipográficos de toda la historia: los dos volúmenes del manual técnico y catálogo de tipos, que contiene, en su parte final, un sistema de medidas a base de puntos tipográficos.
Ya en  1760, François Ambroise Didot, miembro de una célebre dinastía francesa de impresores, perfeccionó el sistema de medida. No se basó en ningún tipo existente, como había hecho Fournier, sino en el nonio, o «pie del rey». El punto tipográfico de Didot equivale exactamente a dos puntos de nonio. Este sistema, llamado Didot, fue adoptado por la mayor parte del mundo, salvo Inglaterra, Estados Unidos y algunos países hispanoamericanos, que emplean la pica (y el punto de pica) como unidad de medida.
Otro de los Didot, esta vez Firmin, diseñó en 1784 un tipo de la serie iniciada por Bodoni en el cual la relación entre el palo grueso y el fino de la letra se acentúa todavía más y la entrega de los palos verticales a la cabeza y al pie del tipo se efectúa en estricto ángulo recto, sin concesión alguna a la curva. Con el Bodoni y el Didot se inaugura una nueva tipología de la que, en el siglo XIX, partirá otra subfamilia -la Egipcia}
Por otra parte, los Estados Unidos, un país que se aleja para siempre de la directa tutela de Europa, inicia también, justo después de su independencia, en 1776, la integración al concierto tipográfico. Uno de sus pioneros más ilustres fue Benjamin Franklin, tipógrafo, ilustrador y promotor de causas editoriales y periodísticas Concretamente en el campo de la comunicación impresa Franklin fue, para los norteamericanos, un verdadero gigante. Impresor de profesión, editó el diario "The Pennsylvania Gazette",
Con estos innovadores de las imprentas e ilustradores tipográficos, el diseño grafico tiene el elemento de estilo fonts para una comunicación más directa con su público,  y de comunicar  mejor la intención y onda del mensaje.

viernes, 19 de noviembre de 2010


Algunos sectores comerciales, introducen la práctica del cartel mural como reclamo directo de venta. Estos carteles eran de pequeño formato, ilustrado con xilografías.
Antiguamente se imprimían tarjetas de visita profusamente ilustradas- a semejanza de las comerciales, las primeras consistían en antiguas cartas de juego, y en la parte posterior se escribía el nombre correspondiente. En el Siglo de la Razón se populariza un pasatiempo social que se llamó «la fiebre del recorte» y que, en términos gráficos, se corresponde al espíritu racional que animaba el siglo. De modo similar a la fiebre caligráfica producida durante el siglo anterior este recurso expresivo ha sido, desde entonces, un elemento sencillo y útil al que recurre ocasionalmente el diseñador gráfico de hoy para conseguir, con una sola tinta, imágenes de un gran atractivo visual. Desdoblado hoy por la silueta fotográfica sigue perfectamente vigente en la gráfica editorial, publicitaria y de identidad.
La señalización comercial, las enseñas colgaban de largos brazos de hierro, de forma que en los días de vendaval amenazaban con aplastar a los viandantes. Nace así la idea del Colgante.
No todos los libros eran ilustrados, todavía se siguió utilizando el grabado en madera en la industria del libro, que confeccionaba a gran escala mercancía barata y corriente para el pueblo y cuyo fin era estampar ilustraciones, fueran como fueran son ambiciones artística de ningún género. Para calendarios, anuncios, pliegos sueltos, etc., se aprovechaba el material de planchas todavía existentes (y ya usadas en otras ediciones), muchas veces a pesar de no tener ya ninguna relación con los textos. En casos especiales, en que no servían las planchas en existencia, se recurría al gremio de los xilógrafos".
Al margen ahora de su aplicación al libro, las imprentas reales proporcionan en este siglo novedades absolutamente destacables en el campo de la tipografía, sobre todo desde la perspectiva de la evolución técnica a que en estos siglos está obligadamente constreñida.

EL SIGLO XVII Y XVIII


 El siglo XVII

La tutela estatal sobre cualquier manifestación intelectual y artística se da en este siglo. En Francia, bajo Luis XIV, la Academia,  ejerce un absoluto dominio sobre las tendencias estéticas y se centraliza bajo el Estado, dando un estilo homogéneo a toda manifestación artística .
En este contexto. el grabado calcográfico convencional, que ha preferido el acero al cobre, que favorece una producción sistemática, de un estilo colectivo sólido y altamente competitivo.
Dentro de todo este academicismo escapan algunas figuras de grabadores. Un extremo límite podría ser la "Biblia en imágenes de Ausburg". Grabadas sobre cobre, las escenas enmarcadas con ornamento próximo ya al Rococó, con perspectiva, sucesión de escenas propias del gusto de la burguesía que de la aristocracia tradicional. El virtuosismo técnico se acentúa en ilustraciones cuya viñeta interior alcanza un tamaño no mayor al de un sello de correos, que admiten la calificación de auténticas miniaturas.

Luís XIV en la Academia en el 1671

No lejos de este concepto escenográfico habría como único elemento susceptible de ser «leído» por el público.
Reducido a sectores sociales privilegiados, el mensaje publicitario propone algo más que el mero reconocimiento del producto en venta. El nombre del fabricante, del comercio, los privilegios, la procedencia de una determinada materia prima, forman parte de un nuevo valor añadido al producto: la imagen de identidad.
Por otra parte, han llegado hasta nosotros algunas muestras de figuras talladas en madera policromada que los comerciantes situaban a la puerta de algunos establecimientos (farmacias, ultramarinos, tabacos, tabernas y albergues) que ponen de manifiesto el crédito que la iniciativa comercial concedía ya, en el siglo XVII, a la sugestión visual como elemento subjetivo para estimular los incentivos de compra.
La burguesía, élite de una clase ascendente, empieza ya a considerar al hombre como unidad, iniciándose a primeros del siglo XVII la publicación de hojas sueltas periódicas que adquieren, en 1609, sedes de los imperios mercantiles más poderosos de Europa, responden también a la pública necesidad desarrollando la prensa diaria, el cartel y el planfleto como habituales vehículos de información pública.





El siglo XVIII

Con la burguesía instalada como poder,  la actividad mercantil, industrial y económica prospera inusitadamente y con ellas, el progreso de la publicidad impresa, en sus variadas formas.
A pesar de que el protagonismo volverá a Francia a finales de siglo, antes se verá sometida por Inglaterra, que supera mucho mejor la decadencia de la autoridad real.


En el centro del renacimiento británico de la tipografía, hay que situar el fenómeno de la demanda: «Hacia la mitad del siglo el número de lectores crece; aparecen más libros, prospera el negocio de librería. Hacia el fin de siglo la lectura ya es una necesidad vital para las clases superiores. De los medios culturales que hacen crecer el nuevo público lector, son los periódicos.

En respuesta al auge económico de la época, en 1730, aparece en Londres el primer diario exclusivamente comercial (ofertas y demandas)­. The Times, aparece en 1785 bajo el nombre de The Daily Universal Register, y en enero de 1788 con el que le ha convertido en el mejor diario del mundo.
­­En las primeras décadas del siglo los comerciantes londinenses dan un nuevo paso en la publicidad comercial al introducir un tipo de tarjetas comerciales que, por su gran formato, parece que fueron también utilizadas como cartas comerciales y facturas. En cualquier caso, el desplazamiento del arcaico procedimiento xilográfico en favor del grabado en cobre prosigue asimismo en esta especialidad. Además, el rentable criterio de basar la publicidad en el recurso de la repetición se manifiesta en estos impresos que reproducen, en su mayoría, el rótulo del establecimiento con toda exactitud.